jueves, 27 de octubre de 2011

Corazón y pases cortos: Masticando sueños

Así nos fuimos todos anoche del Cilindro. Con frío, con pena, sin gloria. Con la gente peleándose en la popular, los pibes con la cabeza gacha, el equipo despedido indiferentemente, los MALOS viejos tiempos volviendo de la mano de esa idiota canción que dice que ganar o perder da igual y nos importa una mierda. Demoliendo ilusiones colectivas. Así es Racing. Ese parece ser su ADN.


A pesar el arbitro, a pesar del empuje, a pesar de la garra, se colecciona el octavo empate en doce juegos, que hace ver al invicto como un chiste de mal gusto. Ganaron todos menos nosotros, los puntos a descontar cada vez son mas, los puntos en la tabla de los promedios cada vez son menos. Y el fútbol no aparece. Un negocio chino. Una utopia pensar en algo mas allá de sumar porotos para la próxima temporada.


Quizás nos creímos que este equipo era mas de lo que es. Que la dupla colombiana ganaba sola los partidos (si ayer no pudo hacer la diferencia jugando 10 contra 9, cuando la hará?), que los laterales eran aviones, que el doble cinco era un cheque al portador...solo el arquero sigue avalando su contratación.


Muchos cuestionan al DT. Que no manda el equipo adelante (cierto es que ayer llamaba poderosamente la atención que en las pelotas paradas en contra no quedaba NADIE adelante, eramos los once metidos atrás, lo que primero invalidaba cualquier contra y segundo hacia venir a todos los de ellos), que no acierta con los cambios (con esa ventaja numérica Gio parado tirando pelotazos para abrir la cancha se puede argumentar que era mas que cualquiera reemplazo), pero al fin y al cabo los jugadores no son capaces de resolver ellos los partidos...


En el medio hubo todo un circo mediático, con jugadores abriendo la boca sin necesidad, no pudiendo defender en la cancha lo que decían en los diarios. Mientras los otros calladitos suman y trepan, nosotros nos quedamos en palabras. Juntelo amigo con el puchero electoral que se viene cocinando y listo. No hay manera que salga rico todo esto.


Y dando un paso al costado para tener perspectiva, nos volvemos a bajar de un torneo (salvo un milagro) muchísimas fechas antes. Haga memoria estimado lector y trate de recordar los campeonatos en los cuales peleamos hasta las ultimas fechas. No le pido que vaya 30 años para atrás,  tome los últimos 10, desde el 2001 (20 torneos). Le sobran los dedos de una mano. A partir de ahí, se entiende todo lo demás.


Gastón Sampietro.-









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