sábado, 16 de abril de 2011

Corazon y pases cortos: DUEÑO

De una pasion: Cuando el humo celeste y blanco cubrio toda la cancha, los papelitos bajaban del cielo, las gigantes banderas se desplegaban, gritaban los viejos, los chicos y las mujeres, y miles de almas haciamos confluir nuestra energia en ese cilindro magico, todos confirmabamos nuevamente que ese es nuestro lugar en el mundo, tanto fervor, tanto amor por esos colores, y la obsesion por ver a Racing campeon, el Capo de Avellaneda. No mas preguntas señor Juez, la Academia es mi delirio y mi condena. Los otros, como Papa Noel (tambien vestido de colorado), no existen.


Del clasico: Racing lo manejo de principio a fin. Volvio a ser el equipo de las primeras fechas, con todos sus jugadores en gran nivel, haciendo circular el balon, ganando todas las divididas y las segundas jugadas, y generando varias opciones netas de gol. Con los dos delanteros en llamas, Yacob/Toranzo manejando lo hilos y tiempos del match, y nuevamente con ambos laterales incontrolables a la hora de proyectarse. Y fue mucho para la murga de al lado, que sin alma y sin corazon (como sus tristes simpatizantes) caminó la cancha los 90 minutos mirando el reloj como el boxeador que se sabe groggy y espera el sonido del gong. Paliza en el cilindro, para empezar a poner las cosas en su lugar. 


De una ilusion: En la mitad del torneo, nos encontramos en el lote de arriba para emprender la ultima curva que desembocara en la recta final alla por la fecha 15. Lavando hoy la cara que venia mostrando en las ultimas jornadas, y volviendo a ponerse la careta de candidato, este equipo ya demostro lo que puede hacer cuando todos mueven las piernas al compas, seguira llevando la mochila hasta el final con la carga de saberse un equipo sin recambio y con muchas dudas en el arco propio. Para ambos pesos no hay plan B. Si esa mochila se puede cargar en la espalda hasta Liniers sin volver a tropezar, todo puede pasar amigos mios, que vamos! esto sigue siendo el Glorioso Racing Club! El primer grande entre los grandes.


Gaston Sampietro.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario