La supercopa para los de mi generación siempre fue especial, representaba la alegría más grande de esas épocas y el recuerdo del juego mejor jugado.
Para 1992 el sorteo quiso que nos cruzáramos en primera ronda con los vecinos.
Era un clásico como tantos otros, trabado en el medio, con pocas llegadas y a decir verdad dentro de lo parejo, ellos jugaban mejor.
De repente por los huecos de aire que se forman en lo alto nuestra tribuna local, el viento se hizo fuerte en principio, poderoso mas luego.
Por esos tiempos los carteles de la estática en el campo eran de chapa y cuando los relámpagos eran decenas por minuto, ocurrió lo que nunca volví a ver en una cancha:
La publicidad comenzó a volar por los aires representando un importante peligro para los jugadores y alcanza pelotas.
El partido debió suspenderse por 20 minutos a raíz de ese motivo. Insólito.
El viento no cesó más, y la lluvia se convirtió en diluvio universal cuando el partido se reanudó.
El remolino giró y el viento empezó a hacer fuerza hacia el arco de ellos, con la garra de Cacho Borelli y el Turco García, Racing (ayudado por el vendaval), generó una seguidilla de 4 córners seguidos.
En los primeros 3 ellos lograron sacarla, pero el viento volvía la pelota al área de ellos.
Y hubo un corner mas, el mas recordado de todos.
La lluvia no dejaba ver nada….el viento soplaba y soplaba bien fuerte hacia nuestra tribuna…y en el medio del área, cuando la pelota los pasaba a todos…El Turco metió el manotazo a la pelota, sin que nadie pudiera evitar la alegría en nuestros corazones y la incredulidad en los rivales para dar paso luego a la protesta con llantos de indignación.
Pocos minutos después la lluvia cesó y el viento se volvió suave brisa.
Luego Felix Torres haría un gol más y Roa atajaría un penal…pero para todos los que estuvimos allí, ese partido se recordará como el día que Dios jugo para Racing y el turco les hizo el gol para ganar otro clásico…….Y CON LA MANO.
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